La visión

La visión es la capacidad de ver más allá en el tiempo y el espacio. En la visión entran en juego los valores y la creatividad para imaginar futuros. En el plano personal la visión responde a la pregunta ¿en qué me quiero convertir?. Si lo aplicamos a la visión de una idea entonces la pregunta sería ¿en qué queremos que se convierta mi idea?

La primera vez que me hice esa pregunta trabajaba en un equipo de experiencia de usuario en el sector turístico. Cuando te enfrentas al reto de mejorar una idea que ya existe (una plataforma de venta de viajes online) tienes que saber que al principio los árboles siempre te van a impedir ver el bosque. Normalmente solemos centrarnos en cosas pequeñas porque no somos capaces de ver el todo. El problema es que si trabajas sin una visión holística, sin una estrategia común corres el riesgo de perder la esencia original. Por eso hay una pregunta clave ¿en qué queremos que se convierta este producto o servicio?

Esa prengunta me conecta directamente con el concepto de Organizaciones exponenciales y su núcleo principal, el PTM ó Propósito de Transformación Masivo. PTM es el motivo por el que una empresa existe, un objetivo con marcada tendencia aspiracional que busca dar respuesta a uno o varios problemas y desafíos a los que nos enfrentamos en nuestra sociedad. El PTM deberá ser simple, inspirador y realista, y dar respuesta a las preguntas “¿Qué problema puedo resolver?”, “¿Cómo puedo resolverlo?” y “¿Cuál será mi impacto?”.

Algunos PTMs conocidos son:

TED: Ideas que vale la pena difundir.
Google: Organizar la información del mundo.
Wikipedia: Que todo el mundo pueda compartir y acceder libremente a la suma de todo su conocimiento.

¿Por qué es importante la visión?

Una línea de horizonte inspiradora es una fuerza motivadora excepcional para atraer compañeros de viaje, inversores o dar impulso a los equipos de desarrollo de producto. La “línea de horizonte” está presente en nuestro logotipo como punto de referencia hacia el futuro. Me fascina el concepto porque puedes navegar hacia él sin tener la obligación de alcanzarlo. Y sin embargo a su vez te permite fijar un rumbo y poder decir en voz alta: “allá vamos”.

En algunas de las clases que imparto sobre diseño digital recuerdo siempre la brújula de Jack Sparrow. La brújula del capitán es única porque en lugar de apuntar al norte apunta hacia lo que su propietario más desea, incluso si eso significa llevarlo a un lugar peligroso o maldito.

Gracias a la visión adquirimos la capacidad para ser más audaces con nuestras decisiones. Podemos llevar las cosas un poco más lejos, como ya hizo Magallanes hace más de 500 años cuando, sin saberlo, consiguió la primera circunnavegación del mundo. Es por eso que la visión nos regala la posibilidad de llegar a la costa de otro continente o a una isla antes de llegar al horizonte que se aleja un paso por cada paso que damos. Nuestra satisfacción es haber descubierto una nueva costa tan alejada que sin la visión inicial nunca hubiéramos descubierto.

Creación de una visión

Lo que has ido leyendo hasta este momento puede sonar interesante pero surgen muchas preguntas: ¿cómo sabemos cuándo un producto o proyecto necesita de esa visión?.

Crear una visión no es algo que se enseñe en los campamentos de entrenamiento de UX, ni tampoco en escuelas de diseño… Además cuando llegas al mercado laboral normalmente los equipos de producto están más orientados a ejecutar que a pensar. Normalmente de forma errónea se diseñan productos a contrareloj y no da tiempo para tomar perspectiva. Volvemos a la metáfora «los árboles no nos dejan ver el bosque». Nos dedicamos a sobrevivir en el presente sin tiempo para imaginar el futuro.

¿Cuándo crear una visión?

El momento es importante; liderar con una visión puede ayudar a las personas del entorno a comprender hacia dónde moverse en armonía. Además, nos servirá para respaldar todas las hipótesis posteriores que determinarán el alcance inicial del proyecto.

Una visión se puede realizar en cualquier momento, pero lo más conveniente es hacerlo en las primeras etapas del proyecto. Pero es conveniente hacerlo lo antes posible en los siguientes casos:

  • No existe una visión clara para ese área de producto
  • El alcance del trabajo del proyecto es sustancial
  • Cuando se crean nuevas funcionalidades que afectan al producto
  • En proyectos que llevan muchos años en marcha a veces la entropía hace que se pervierta la visión y conviene revisarla
  • Cuando hay grandes cambios sociales, políticos o económicos que cambian las reglas del juego

No todos los grandes proyectos necesitan una visión: una migración de datos podría ser una iniciativa de ingeniería considerable y vital para la empresa, pero una visión basada en el diseño no es una herramienta valiosa aquí si hay pocas necesidades de UX. Eso no significa que no deba estar alineada con la visión global y que todo el mundo tenga claro el motivo de ese cambio para que exista alineamiento.

Empieza desde donde estás

«Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí».

Esta famosa frase de Lewis Carroll refleja la importancia de tener un objetivo claro o una dirección en la vida. Si no sabes qué quieres o hacia dónde quieres ir, cualquier decisión que tomes te llevará a algún lugar, sin importar mucho cuál hayas elegido. En la historia de Alicia en el País de las Maravillas, vemos cómo Alicia demuestra ser valiente y decidida al tomar la iniciativa de comenzar su aventura y resolver problemas a medida que se presentan.

Antes de poder imaginar un futuro ideal, es fundamental comprender la situación en la que te encuentras. No importa si estás empezando desde cero o ya existe alguna experiencia previa con el producto, siempre puedes hacer la siguiente pregunta: ¿Qué necesidades has encontrado en clientes potenciales que van a impulsar la iniciativa o proyecto?

Como parte de tu proceso de descubrimiento, es importante conocer el terreno y hacer un buen análisis. El customer journey ayuda mucho en estos casos porque consigues mucha apertura y perspectiva. También hay otras herramientas y buenas prácticas: documentar los casos de uso principales, recopilar datos, hablar con actores clave y validar hipótesis con clientes. Si no haces un buen trabajo previo, es muy probable que te desvíes de tu objetivo. Solo cuando comprendes muy bien dónde están las cosas, puedes imaginar un futuro basado en necesidades reales y que resuelva problemas reales.

Imagina el futuro

Esta es la parte más divertida, pensar en lo que podría ser a través de sesiones de ideación, tormenta de ideas, design sprint… etc con tu equipo de innovación. Pero la parte divertida hay que gestionarla bien para que las extensas sesiones de ideación sean productivas y no se alejen demasiado del foco principal.

Para eso es necesario un alineamiento previo y una buena preselección de ideas. De esta forma conseguirás que tu equipo se centre en generar ideas que resuenen con tu línea de horizonte.

¿Cómo trazar la línea horizonte?

Debemos trabajar con el equipo para definir una línea temporal y el alcance de la visión, con el objetivo de lograr expectativas compartidas sobre lo que estamos creando. El tiempo y el alcance son dos parámetros esenciales en la filosofía de Icarus, no solo nos permiten sincronizar las expectativas, si no que tambien nos ayudará más tarde a construir la narrativa de nuestra visión.

Tiempo
Todos debemos ser conscientes que el mismo objetivo debe plantearse con diferentes estrategias dependiendo de si queremos alcanzarlo en 1, 3 o 6 meses. A continuación podéis ver un video que lo representa claramente en otra escala de tiempo.

Alcance
¿Cuál es el nivel de detalle que necesitamos? ¿Estamos trabajando sobre una característica o sobre una experiencia completa a través de múltiples canales? Estas son algunas preguntas que nos ayudarán a determinar nuestro producto mínimo viable.

Crear activos

En las sesiones de ideación siempre surgen muchas ideas para refinar y priorizar. Entonces necesitamos resolver la situación con artefactos que nos permitan resolver algunas cuestiones como: ¿Cuánto tiempo deben ser analizados y refinados los conceptos generados en las sesiones de ideación para la visión que estamos creando? ¿Qué nivel de detalle visual necesitaríamos para validar la mayor cantidad de ideas frente a un público determinado? ¿Quién deberá ser ese público inicialmente?

Pensar antes de accionar

Cuando el plazo y el alcance son cortos debemos tener un análisis muy detallado y profundo. Si estás elaborando una visión para el próximo trimestre, es importante que los conceptos estén muy bien detallados y que no sean simples sugerencias. Cuanto mejor entienda el equipo un objetivo mejor será el resultado obtenido.

En cambio las ideas generadas para una visión más a largo plazo, que podría llevar años construir, pueden ser mucho más especulativas. No obstante siempre deben ser factibles y estar basadas en las necesidades de los usuarios, por muy ambiciosos e inspiradores que sean.

Presentar la visión

La resolución visual de tus ideas dependerá del público al que sea dirigida y de los objetivos de la presentación. Si vas a presentar tu visión a stakeholders ejecutivos para obtener financiación para tu proyecto o si la vas a publicar online para atraer a clientes potenciales, es conveniente tener prototipos refinados o incluso crear una demo de tu producto. Por otro lado, si solo estás creando algo para ayudar a que tu equipo entienda mejor las ideas puedes utilizar bocetos o wireframes de menor resolución visual.

Es posible crear una visión muy impactante con visuales sencillos, pero como decimos, este tipo de visión funciona mejor para un público que esté más vinculada al proyecto y no para un público externo. En general, cuanto más alejadas están las personas del equipo de definición, mayor deberá ser la resolución visual para ayudarles a comprender mejor las ideas y conseguir que se sientan inspirados.

Los grandes momentos

En proyectos complejos es dificil decidir que partes destacar. Para facilitar esta tarea es conveniente identificar los grandes momentos.

¿cuáles son los desafíos más significativos y las soluciones más audaces e inspiradoras que quieres mostrar? ¿Cuál sería el resumen más impactante de esta visión?

Existen varias maneras de determinar tus grandes momentos. Una opción es basarse en los casos de uso principales, destacando los momentos impactantes para los usuarios a lo largo del tiempo de relación determinado con el producto o servicio. Por ejemplo, los primeros treinta días para un nuevo usuario que compra un nuevo teléfono móvil.

El hilo rojo

En la cultura japonesa, el término «hilo rojo» se refiere a una teoría según la cual todas las personas están conectadas por un hilo invisible. Esta teoría se basa en la creencia de que ciertas personas están destinadas a encontrarse y que, independientemente de la distancia o el tiempo, siempre terminan juntas. Según esta teoría, el hilo rojo es el que lleva a las personas a formar relaciones importantes en la vida.

Una vez que tienes identificados tus grandes momentos, el resto de la historia deberá funcionar como el hilo rojo que une todos los puntos importates de manera coherente. Si no eres un experto en contar historias imaginativas, vuelve a tus datos e insights y lee historias reales sobre clientes reales que tuvieron los desafíos que estás mostrando. A menudo encontrarás historias reales de clientes para cada parte del viaje del usuario y lograrás tejer con ellas una única narrativa llena de detalles interesantes.

El mensaje final

Toda presentación necesita una conclusión, y las presentaciones de visión no son diferentes. El tipo de conclusión dependerá, en primer lugar, del propósito para crear una visión.

Si estás creando una visión puramente para inspirar, la historia puede concluir… «¡lo vamos a petar!». Pero debes asegurarte de que tu audiencia sepa que hay un plan de acción y pasos posteriores. ¿Cómo vas a lograr este estado final? ¿Cuándo nos embarcamos hacia este nuevo horizonte ambicioso? Estas y otras preguntas tienen que aclararse para potenciar el interés y darle credibilidad a la visión.

Si el proyecto está dentro de un plan de acción con financiación y esta visión es para motivar a la dirección ejecutiva, las conclusiones deben enfocarse en cuándo empezará el equipo y en el tiempo aproximado para llegar al destino. Si presentas una visión para obtener financiación, es posible que debas abordar una discusión abierta sobre los pasos para incluir esto en un plan de acción, etc.

Conclusión

En resumen, a día de hoy crear una visión inspiradora está a tu alcance. Solo tendrás que utilizar algunas herramientas de investigación y de diseño centrado en el usuario. Esas herramientas junto a un buen marco crítico te permitirán enfocar y argumentar tu visión. Quizá este artículo puede ayudarte a entender mejor cómo presentar esa visión y adquirir nuevas habilidades que pueden servirte en el futuro.

Si logras ponerlo en práctica quizá puedas decir con valentía y determinación: ¡allá vamos!… O como decimos en Icarus: ¡A volar!.